sábado, 29 de marzo de 2008

Cuando decidí perder el tiempo,...


Que triste descubrir que no estuve perdiendo el tiempo, sino escondiéndome de ti. Dejando que pasara el tiempo, para ver si así conseguía olvidarte. Ahora, cuando te miro, me doy cuenta de mi error. Aún me acuerdo del día que volví a verte. ¡Imbécil, estúpida, que coño había estado haciendo! Me alejaba de ti, pensando que era lo que quería. ¿Me alejaba? ¡Noooo! Me escondía. Me escondía para no verte, porque sabía que si te veía volvería a caer...


Hacerme la valiente nunca me sirvió de nada, pero esta vez me sirvió de menos, te perdí. Sin darme cuenta te aleje de mi creyendo que ya no me importabas. ¿Que hacía? ¿Que estaba haciendo? ¿Porque? ¿Porque me escondía en otros brazos, en otros besos, en otro cuerpo? ¿Porque me escondía en otras caricias, en otros abrazos, en otras sonrisas? Quizás, porque tu no me abrazabas, porque tu no me besabas, porque tu ya no me acariciabas, ...


Eso, hace dos días no me importaba cuando me creía enamorada de otro, pero ahora, ahora si me importa y me duele. Ahora, que sigo aun más liada,... Ahora, que he dejado las caricias y los besos y que sigo discutiendo contigo para esclarecer de quién es la culpa, quién dejo de llamar, quien dejo de sentir, ... ¿Quién? Ahora me duele no ser capaz de arreglar esa situación y quererte, quererte con todas mis fuerzas.