domingo, 28 de diciembre de 2008

"Que corto fue el amor y que largo el olvido"


Nueva entrada y una vez más voy a hablar de ti. Pensaba poner trozos de canciones, cuando me he dado cuenta de que me identifico con demasiadas. ¿Por qué cada canción parece que habla de ti y de mi? ¿Tanto hemos vivido? O es que una vez más le busco seis pies al gato. Hace una semana que celebramos el aniversario. ¿Qué, qué aniversario? Me di cuenta después. Sin querer, un año después de aquel primer día, volvíamos a estar en el mismo sitio. Esta vez discutiendo sin parar. Tú lo buscaste y yo lo consentí. Maldita sea, cada vez que nos vemos es lo mismo. Comerse a besos o discutir, discutir pasando la culpa de uno a otro. Supongo, que te cansaste de ese zigzag constante. Supongo que te cansaste de ir detrás de mi y ver como yo la cagaba, ¿no? Porque eso ya quedó claro, la que falló fui yo, yo fallé y tu me dejaste fallar. ¡Deja de cargarme con las culpas a mi! Algo no pasa si uno no quiere, algo no empieza si uno no arranca, algo no acaba,...
Si acaba, porque yo seguía queriendo y tu ya querías a otra. Y así me quedado, ...pero como tu dijiste, quizás yo no haya perdido nada. Quizás.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Sólo soy una idiota más


¿Por qué mi corazón se acelera sin saber porque? Y un minuto después, apareces tú. ¿Por qué creo que debo pararme? Si no tengo tiempo, si llegaré tarde, si no hay sitio para aparcar,... y entonces me veo aparcando. ¿Por qué paro sin saber porque? Y luego llegas tú. ¿Por qué deseo que me veas llegar?; ¿Y, por qué cuando me ves llegar, te abalanzas sobre mi con cualquier excusa? No ves que este juego empieza a ser idiota. ¡Quizás es sólo eso! El juego de dos idiotas, una vez más. Que digo dos; me olvide otra vez que sólo soy una idiota más. Una idiota más que te sigue en tus idioteces aún sabiendo que ella, esta ahí. Una idiota más, que piensa que así recuperará algo de lo que perdió. Sólo una idiota, que sonríe con cada una de tus idioteces. Una idiota a la que ilusionas con cada mirada, con cada intento de acercarte a ella. Hoy, en el segundo asalto deseaba retenerte, apretarte con más fuerza. Cuando note tu cuerpo contra el mío y puse mi mano en tu espalda, deseaba que ese momento se parara y que no fuera sólo, tu excusa idiota hacía los demás la que te atara a mí.

PD: Quizás no es así y en mi "estúpida locura" me estoy equivocando otra vez. ¿Sabes? Lo he decidido: Tiempo al tiempo y si no, habrá que superarlo. Olvidar tus idioteces y ignorar tus miradas.

domingo, 19 de octubre de 2008

El principio del fin


Llevo demasiado tiempo mirando la misma puerta. Observándola detenidamente. Llevo demasiados años esperando a que salgas, a que entres, a que llegues, a que te vayas,... a que elimines la distancia que nos separa. Sigo esperando, aquí, en la calle, frente a la puerta. Pensaba que podría esperar. De hecho, pensaba que no debía hacerlo, que lo de darnos tiempo era una excusa para dejarme. Pero luego ¡vas!, y me llamas, me dices que vaya a tu casa,... Dices que tardarás un poco, pero que irás, que si quiero estar contigo , es ahora o nunca y que ahora me necesitas ahí . "A las siete nos vemos en la puerta de casa debo contarte algo, debo decirte que lo pensé mejor, que ya se que el tiempo no es nada y que si el tiempo pasa y no lo paso contigo, no sirve, no vale..." En fin, vas a decirme que has visto la luz y que esa luz me iluminaba a mi. Dirás que por un momento has dudado, te has girado y has visto la oscuridad que hay al otro lado y que te ha dado miedo ir solo. Vas a decirme que este es un nuevo principio. Aunque ahora, a mi, ya no me convence, llevo un minuto delante de tu puerta y me parece que la vida es demasiado corta para perderla esperando. Decido que me voy, que ya esta, que no puedo vivir esperando tus respuestas, me alejo y en cuando llego a la acera de enfrente, un abismo se abre desde la puerta. Quizás vas a decirme que la oscuridad no te dio miedo porque des de ahí venían sonidos, canciones, gritos, e historias que quieres vivir solo. Me desmorono otra vez y cruzo la calle corriendo sin mirar. Tú frenas, te asustas,... La cabeza me va a estallar. "En que estabas pensando, que coño hacías,..." "Que porque no mire, que, qué hacía,..." No tengo respuestas, crucé la calle, no mire y tú tampoco.

jueves, 24 de julio de 2008

¿Complicada yo?


Las cosas nunca son lo que parecen o nunca parecen lo que son. La cuestión es que siempre por una cosa u otra nos complicamos la existencia hasta límites insospechados. Iba a poner hasta el límite, pero lo de insospechados me hace gracia. ¿No sé! Bastaría poner hasta el límite por que como todo el mundo o casi todo el mundo sabe, las cosas tienen un límite y si llegas al límite solo tienes dos opciones. Miento: tres. 1.Pararte 2. Bordear el límite o 3. Caerte, estamparte, cagarla, ... La raza humana siempre optamos por la última posibilidad, ¿o sólo las mujeres?, ¿o sólo las mujeres complicadas? ¿o los hombres complicados?... Pero lo de insospechados ¿porqué? Por que son límites que no conocemos, ¿quizás? In - sospechados = que no sospechamos, que no sabemos,... Y vuelvo al principio esto no es lo que parece, y supongo que no parece lo que yo creo que es. Yo diría que es solo un texto rebuscado que hace que de cada vez falte menos tiempo para terminar mi jornada laboral, pero a la vez podría ser, muchas cosas más,... No lo sé. ¿Veis? Sólo había escrito dos frases y en vez de seguir con el texto me complico la vida decidiendo si es mejor decir límites insospechados o hasta el límite. Eso, a eso me refería. No sé vosotros, pero yo, me complico un huevo. Nada, hasta otro día, ahora, por lo pronto voy a complicarme, a otro lado.

lunes, 9 de junio de 2008

Ser feliz o pensar si voy a ser feliz


Escribir me ayuda a pensar. ¿Pero es que quizás no debería pensar tanto? La vida es mucho más fácil que todo esto, ... La vida, ... es un suspiro. Algo involuntario a lo que sólo debes cederle el paso. La vida es respirar y respirar es entrar y salir... No dificultar el paso. Pensar, escribir, debería ayudarme a ordenar ideas, no a liarlas más. ¿No creéis?


Creo que ahora mismo, en contra de mis argumentos vuelvo a liarla, una y otra vez. Quizás, porque a lo mejor hoy decidí que mi vida fuera eso; un entramado de líos que poco a poco voy deshaciendo. ¡Sí, eso es! Que mayor recompensa que verme capaz de deshacer y superar mis líos, que mayor inocencia que liarte o que te líen sin darte cuenta. Lo importante, al fin y al cabo, con camino de rosas o sin él, entrando o saliendo con mayor o menor dificultad, ... al final lo importante es ser feliz. Y yo hoy, sin saber porque, no por nada; soy feliz.






Cuadro de Salvador Dalí, Muchacha asomada a la ventana.

domingo, 13 de abril de 2008

II.-Besos


¿Cómo darse cuenta de que algo ha terminado? Pero no TERMINADO en el sentido fácil (en esa extraña sensación que te hace creer que en cualquier momento puedes reiniciarlo), sino cuando te das cuenta de que es el FINAL, en mayúsculas y que ya no hay vuelta atrás. Que lo que paso ya sólo es un mero recuerdo. ¿Cómo darse cuenta? Hoy yo lo supe. Yo ya sabía que las cosas habían terminado. Y aunque creía o me obligaba a creer que eran las circunstancias, el trabajo, la falta de tiempo libre... yo ya sabía que era un final. Hoy, se confirmo ese final, cuando se acercó y me dio dos besos. No quiero dramatizar, no es que en esos dos besos, se condensara la pasión que sentimos alguna vez, no es que haya sentido que esos besos eran poco, simplemente me ha extrañado,... Normalmente cuando nos vemos, nos saludamos, hacemos una gracia y cada uno sigue con sus cosas. En cambio hoy no ha sido así...
Ya hace tiempo escribí sobre la diferencia que puede llegar a existir entre dar un beso, o dar dos. Algunos dirán que es evidente no es lo mismo un beso en la mejilla, que en la boca, y otros estarán justo en el extremo contrario. Yo explicaba, que, en la primera cita, después de un primer ligoteo, encuentro, rollo,... suele decidirse todo. Y no en el transcurso de la cita, sino en los primeros minutos: un simple gesto; un beso puede decidirlo todo. En ese caso dos besos crean distancia; y uno la estrechan y crean un camino por donde seguir. Al fin de una relación, es lo mismo. Cuando se deja de saludar con un beso, para saludar con un beso en cada mejilla, ¿no es un signo indiscutible de que ya, ya... Ya se acabó?
Pues, ahora después de filosofar un rato, pues no sé, ... Pero así lo he interpretado yo esta mañana. Pero, ¡Ey!Sin dolor, ¡eh!, raro; pero sin dolor. ¡Sí! Me ha extrañado, ha sido como: ¡Ey tío, no hace falta que dejes tan claro que ya se acabó!

No lo sé, a lo mejor le doy demasiadas vueltas a las cosas.

sábado, 29 de marzo de 2008

Cuando decidí perder el tiempo,...


Que triste descubrir que no estuve perdiendo el tiempo, sino escondiéndome de ti. Dejando que pasara el tiempo, para ver si así conseguía olvidarte. Ahora, cuando te miro, me doy cuenta de mi error. Aún me acuerdo del día que volví a verte. ¡Imbécil, estúpida, que coño había estado haciendo! Me alejaba de ti, pensando que era lo que quería. ¿Me alejaba? ¡Noooo! Me escondía. Me escondía para no verte, porque sabía que si te veía volvería a caer...


Hacerme la valiente nunca me sirvió de nada, pero esta vez me sirvió de menos, te perdí. Sin darme cuenta te aleje de mi creyendo que ya no me importabas. ¿Que hacía? ¿Que estaba haciendo? ¿Porque? ¿Porque me escondía en otros brazos, en otros besos, en otro cuerpo? ¿Porque me escondía en otras caricias, en otros abrazos, en otras sonrisas? Quizás, porque tu no me abrazabas, porque tu no me besabas, porque tu ya no me acariciabas, ...


Eso, hace dos días no me importaba cuando me creía enamorada de otro, pero ahora, ahora si me importa y me duele. Ahora, que sigo aun más liada,... Ahora, que he dejado las caricias y los besos y que sigo discutiendo contigo para esclarecer de quién es la culpa, quién dejo de llamar, quien dejo de sentir, ... ¿Quién? Ahora me duele no ser capaz de arreglar esa situación y quererte, quererte con todas mis fuerzas.

domingo, 27 de enero de 2008

Tú y mi reflejo


Me miraba fijamente en el espejo, cómo si necesitara reconocerme. Me miraba. En los últimos días sentía que había vivido muchas cosas y necesitaba encontrar en mis ojos algo que me ayudara a seguir.

¡No sé! Quizás un brío de esperanza, un guiño de alegría o una sombra de tristeza. Una tristeza sin duda banal, porque en ese instante mientras me lavaba los dientes frente al espejo, no me sentía triste.

¡Eso lo sabía! No estaba triste, pero me miraba e intentaba describirme. Me miraba y sonreía al ver la pasta de dientes desparramándose por mi cara. Sonreía al ver mis pelos despeinados, la camiseta llena de manchas y mis piernas desnudas. ¡Que imagen! Ahí, observandome, recién levantada. De mi cuerpo, pase a mirar los grifos,... y a pensar... ¿Porque el agua puede limpiar y manchar a la vez? Que es una gota de agua...

Pensaba, mientras me lavaba los dientes, meditaba sin darme cuenta sobre tonterías, pero también sobre mi vida, sobre mis cosas,... Sobre si debería llamar o esperar la llamada, sobre si debía quedarme o irme corriendo. Si era mejor andar con ganas o hacer como que avanzas mientras esperas que alguien te siga.

Era algo extraño, mirarse y reconocerse en el espejo. Mirarse y creer por un instante que podía vivir en ese egocentrismo absoluto.

Sin embargo, en ese instante, mientras mi imaginación ya vuela lejos, alguien entra en el baño. Y esa tensión creada con mi reflejo desaparece. Se lo perdono enseguida, cuando con un beso me da los buenos días. Entonces sonrío de nuevo al descubrir que hoy aprendí a mirarme como solo él lo hace.
Me mire por vez primera desde fuera, desde lejos; intentando descubrir como alguien como él pudo enamorarse de mi.