jueves, 26 de noviembre de 2009

Momentos


Puede que nunca elija el mejor momento, ni el lugar oportuno. Pero la verdad es que a veces, no hay dudas, ni miedos, ni sinrazones. A veces, es como si una fuerza mayor tirase de mi y me guiara. Una fuerza que manda en mí y me lleva a realizar cosas que mi yo miedoso nunca haría. Pero que yo, mi yo el de verdad, (el que siente y padece las consecuencias del miedo) si.

Casi siempre elijo el lugar menos apropiado, el momento más inadecuado. Pero es que me he dado cuenta de que las cosas que de verdad me importan no las pienso; las hago directamente. Soy capaz de plantearme una gilipollez, con todos sus pros y sus contras durante meses y en cambio ante algo importante no me hace falta ni un segundo. Me descubro haciéndolo y punto.

Puede que sea por esas cosquillas que siento en el estómago, esos síntomas que mi cuerpo me manda para que entienda que si, que eso si. Que lo quiere, que lo queremos.

Hoy, me ha dado por recuperar esta entrada que escribí hace un par de semanas. Ahora no tengo miedo, pero si una desgana difícil de superar. Voy de la alegría a la tristeza con una facilidad asombrosa. Y me enfado conmigo misma por estar triste por nada. No hay motivos, no hay razones. Quizás me estoy enamorando, quizás he dejado de ser práctica otra vez, quizás me desilusiona su egoísmo, su fuerza o ese querer imponerlo todo. Quizás, sólo quizás me da rabia no poder expresar lo que siento, lo que pienso; en esa cárcel de la que yo misma me hecho prisionera.

Puede que este tampoco haya sido el mejor momento para escribir, ni siquiera creo que sea el mejor momento para que tu lo leas, pero tampoco voy a pensar en ello. No importa. Lo hecho, hecho está.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Encara et vull



A punt de tu, a punt de tot, però amb res cert. Perquè sempre quedo a les portes de tot, perquè mai tenc l’alè, l’empenta, que fa que tot sigui cert, la força, la il·lusió, la passa. Estic farta de tants pensaments, de tantes idees, de tantes històries truncades,... Et vull, et vull a tu i punt. Suposo que el meu jo d’ara no dista tant d’aquella nina capritxosa que definies; i l’encertaves! Vull i tenc, tenc i ja no vull. Canvia l’objectiu, l’estratègia,... Perquè ara no és així? Te vull, i una vegada més no te tenc, una vegada més te perd. Potser tu eres l’excepció, la que em confirma, la que m’altera, la que em dona sentit. Potser, tot, eres tu.

Palma, 18/07/09

viernes, 11 de septiembre de 2009

Uno cede el espacio que el otro demanda


Tumbada en la playa, sin ganas de nada, sólo me apetece escuchar el ruido de las olas chocando contra la arena.

Porque es en la orilla, donde se unen, donde se encuentran; donde uno cede el espacio que el otro demanda, donde uno impone y el otro acepta.

Tus olas,
me cubren
y me restan
cuál arena de la playa.
Yo cedo, ante tu oleaje incomprensible de reproches.
Yo cedo, callada, sin inmutarme ante tus insultos.
Pero me achico
y ya nunca vuelvo a ser la misma.
Me marcas,
me restas,
me obligas a vivir a tus pies.

A veces querría gritar, salir corriendo en busca de otro oleaje.

Tú te ríes.
Tu risa:
ese sonido que tanto odio y que ahora llega a mi
ese ruido, cuál canto de sirena, es una estafa.

Ahora lo sé,
después de haber caído en la trampa una y otra vez.
Hoy lo sé y por eso decido huir
huyo en busca de algo que tu nunca has sabido dar.
Huyo en busca de lo que yo entiendo por amor
Huyo en busca de algo más que fachada.

Me voy.
Me voy en busca de unas olas
que acaricien mi arena.
Me voy.
Me voy, en busca de unas olas que susurren verdad, amor y respeto.

Huyo para reencontrarme con la calma que un día percibí en ti,...
Una calma que perdiste al decidir que un grito daba más autoridad que un beso.

Menorca, septiembre'09

sábado, 9 de mayo de 2009

Tu fuiste mi historia

Quizás no debería escribir nada de esto. Quizás ni tan sólo debería pensarlo. Pero la verdad, es que si lo pienso y lo sufro. Estos días, sin saber porqué, me acordé de ti. No es que ya te haya olvidado, no es que ya lo haya superado. Sin embargo, me creía ya en otra fase, creía que ya había avanzado un paso más. Pensaba que olvidarte era posible, que recordarte no sería doloroso, y que verte con tu novia ya no me irritaría tanto. ¡Que ilusa! Debo olvidarte. Me lo debo. Necesito recuperar a la niña caprichosa que conociste y tanto criticaste. La necesito para creerme que puedo superar todo esto, olvidarme de ti, de tus manías y de tus falsas esperanzas. Y es que, aún sin saber porqué, sigo añorando algo que no tuve, añoro una idea que nunca ocurrió. ¡No nos engañemos! No fue para tanto. Tu no soportas mis manías y mis locuras, y yo no entiendo tus historias y tus chorradas. No fue para tanto. Tu no entiendes mi trabajo, yo no entiendo tus horarios. No fue para tanto. Tu no soportas el teatro y yo no soporto,... no te soporto. No fue para tanto. No fue para tanto. ¡No fue para tanto! Quizás si lo repito hasta la saciedad, me lo crea de verdad. NO fue para tanto. El problema de esta historia no fue lo que esperábamos, no fue lo que queríamos, no fue lo que sentíamos,... porqué aunque ahora me duela reconocerlo, lo sentíamos, lo queríamos y lo esperábamos. El problema fue que ninguno de los dos fue lo suficientemente valiente para pedirlo o para darlo sin reservas.

jueves, 5 de marzo de 2009

Caminando de la mano


¡Hoy lo decidí, no hay marcha atrás! Entonces me cogí de la mano y empecé a andar. Entonces me di cuenta, lo peor ya estaba hecho. "¡Ya está! - me dije - la peor parte del camino ya está hecha, ahora sólo hace falta caminar. Habrá dudas, miedos, temores y hasta un pánico difícil de soportar. Pero sabes, que en el fondo de ese corazón asustadizo existe la fuerza necesaria que te ayudará a seguir." Así fue como me di cuenta y escuché ese eco lejano en el qué se convierte a veces mi voz: "no me sueltes de la mano." Mi yo asustadizo necesita de mi yo valiente; y las dos, y sólo las dos unidas podremos seguir el camino. "Ya lo sabes, no vale hacerse la valiente y dejar atrás los miedos, porque ellos siempre vuelven. Cogelos, afrontalos y sigue, aún con miedo, temor y angustia sigue, no pares el camino, porque sabes que mientras lo andes te irás haciendo más fuerte.
PD: En tiempos difíciles hasta yo misma me doy ánimos. Lo siento, sólo es que esta semana descubrí algo, que me hizo ver las cosas de otra manera.

jueves, 22 de enero de 2009

Esperando otra luz


Yo no negaré lo que siento. Yo no negaré que lo siento. Yo no negaré que siento no haber aprovechado ese tiempo que algún día tuvimos. No negaré nada. Lo aceptaré, lo asumiré con el fin de superarlo. Yo no negaré que siento lo que ya no debería sentir, lo que tú ya no sientes. Yo no negaré que estos días pensé en ti más de lo normal. Pero, ¿qué es lo normal? Me miras, te miro; te miro, me miras, te sueño, te siento,... ¿Porque no me dejas olvidarte?, ¡Porque no me olvidas y te olvido!, ¿Porqué no consigo sacarte de mi cabeza?, ¿Porqué no quiero hacerlo? Porque sigo con esa absurda esperanza de que vas a dejarla y a volver conmigo,.... Porqué, porqué, porqué, los porqués se acumulan en mi cabeza y yo lo único que hago es echarte de menos; o peor, echar de menos esa ilusión, lo que creo que sería estar contigo otra vez. Debo olvidarte. Debo... Me lo debo. Sólo aguardo la esperanza de que alguien mejor que tú, otra luz, se cruce en mi camino. ¿Y sabes? Quizás esa luz no este tan lejos de mi esperanza.