- ¡Deberías estar sonriendo!
- No me apetece sonreír.

- Sabes que no tiene motivos para tener esa cara.
- ¡Que sabrás tu! Además, es sueño, cansancio.

- No me mientas. Es cobardía, miedo.
- Nunca he sido una cobarde.

- Te equivocas. Tienes miedo constantemente. I te acobardas.

- Nunca he dejado de avanzar

- Avanzas como un bebe a gatas y ya no tienes edad. El miedo te frena y te impide luchar. ¡Levántate y camina, deja de agarrarte a excusas inútiles!

- No son excusas, es la realidad.

- ¿Que realidad? Sólo ves lo que quieres ver

- ¿I tu? Aclamas una valentía ajena.

- La tuya. ¡Vamos sonríe!

- No puedo, ... el miedo... Es tan fácil sentarse a esperar.

- Lucha, arriésgate. ¿Ya no te acuerdas? ¡Tu puedes! Sólo necesitas un empujón.

- Me cansas. Cállate, llevas demasiados días igual... me agotas.

Hoy por un momento te hice caso, aleje el miedo de mi vista y fui feliz. Y si en verdad no pierdo nada, ... y si lo intento y gano! Ay! Necesito pensar con calma. Mañana,... mañana te daré una respuesta.

Ahora déjame descansar, ¡si!, aquí sentadita viendo la vida, mis sueños,... pasar.