martes, 29 de marzo de 2011

Tarde azul y amarilla


De mayor quiero ser enfermera y poner inyecciones de mentira y tiritas de tela. De mayor quiero ser un gran carpintero para hacer con mis herramientas de peluche los muebles de mi casa de cartón. En realidad quiero ser independiente y comprar con mi dinero hortalizas de tela y hamburguesas de fieltro; para alimentar a mis hijos de ojos claros y pelo rubio made in China. Quizás lo único que NO quiero, es ser mayor. ¡Pero vaya! A ver, ¿quién entre tantos relojes se atreve a parar el tiempo? ¿O quién es el valiente que entre tanta oscuridad enciende una lámpara? Roja, verde, o rosa,... aún sin saber si el rosa nos gusta. Quizás no sea valiente, pero si charlatana. Hay quién asegura, que hasta de dormida, no me callan; que cuando voy a nadar trago agua por no callar. Yo no sé de lámparas, ni de oscuridades, ni de problemas, ni de nada. Quizás con la edad des-aprendo en vez de aprender. Yo sólo sé de historias vividas, de vestidos y de colores. ¿Y porqué no? ¿Porque no cambiar un día gris, por una tarde azul o verde,...? Una tarde donde soñar es gratis, donde pensar en casas, cortinas y obras no cuesta dinero. Una tarde en que todo es posible. Un ratito que quizás no soluciona nada, pero anima, alegra (y es divertido). En tus días grises, siempre tendré tiritas de tela para ti, en mi casa de cartón. ¡Eso sí! A cambio te contaré mi vida, una vez más. ¡No por nada, soy así!

No hay comentarios: